Mi odisea comenzó desde que hacia la fila a eso de las 3 pm cuando algunos desadaptados “hinchas” de Santafé reconocieron a un par de hinchas de Nacional en la fila y comenzaron a insultarlos y agredirlos físicamente cual aves de rapiña, hasta que la policía los escolto y los saco de allí, en ese momento pensé que estaba en el lugar equivocado porque era la única de ahí que no tenía la camisa roja, solo tenía un poco de tranquilidad porque iba con un verdadero hincha de Santafé que entre otras fue quien me compro la boleta porque es abonado y ante todo es un hincha del futbol ama y respeta ese deporte.
Una vez dentro del estadio todo estaba muy tranquilo hasta que se despertó el hambre de las aves de rapiña que comenzaron a buscar incansablemente en todas las tribunas del estadio a los “paisas” para agredirlos, humillarlos y sacarlos de las tribunas.
Tuve que ver con impotencia como a personas que estaban a mi lado las sacaron como perros, como terroristas o criminales, su único delito no tener atuendo rojo o tener acento paisa; Esto se repitió al menos 15 veces los hinchas rojos en medio de su discriminación, les gritaban "Paisas Provincianos, sicarios"
Ya quisiéramos muchos Rolos tener un poco de la cultura que tienen los paisa y querer nuestra capital al menos un 10% de lo que un paisa quiere y defiende su tierra, carecemos del sentido de pertenencia que a los paisas les sobra y sin embargo hay muchos rolos que se creen la gran vaina, la última coca-cola del desierto. IGNORANTES.
Mi temor crecía cada vez más porque entendí que no estaba en una tribuna esperando ver un partido de futbol sino que estaba en medio de una multitud de carroñeros que al acecho esperaban su presa. Ya eran casi las 7 y me decía a mí misma ya casi lo logro ya casi te veo mi verde, sigo invicta. Al igual que muchos otros hinchas de Nacional infiltrados tuve que saltar y tararear uno que otro canto de los rojos para no ser descubierta, por fortuna para mí son muy parecidos a los de Nacional; eso si nunca repetí el nombre del equipo en sus cantos, yo solo pensaba en mi verde, en verlo campeón.
El partido comenzó y con él los 95 minutos más duros para mí en un estadio. No se pueden imaginar lo difícil que fue aguantar las ganas de alentar a mi verde, de ver como todos madreaban al equipo de mis amores y yo lo único q podía hacer era morderme la lengua literalmente.
Que impotencia tan grande…. Me reconfortaba oír de unos cuantos hinchas que se preguntaban “Quien es ese 17 que hp pa jugar bien” como quería voltearme y decirles es Jefferson Duque y es ídolo del equipo de mis amores, pero no hizo falta hacerlo, el mismo Duque al minuto 38 se encargó de dejarles claro quién es.
Creo que en ese instante alcance a alzar los brazos para festejar el gol por un instante me olvide de las aves de rapiña y fue ahí donde mi amigo me codeo y me dijo al oído “Cuidado, no quiero q nos pase nada“. El partido avanzaba y cada vez veía más cerca la estrella 12 para mi verde. Llego el segundo gol y con él las lágrimas de felicidad porque éramos campeones y eso ya nadie nos lo podía quitar. Muchos creían que lloraba de amargura como ellos porque Santafé perdía, pero realmente era la única manera que tenía para expresar mi felicidad sin temor a ser agredida.
Una vez comenzaron a salir los hinchas de Santafé pude ir tomando fotos de mi verde campeón con mayor tranquilidad pero no del todo segura, quienes llamaron a felicitarme por el título podrán dar fe de la actitud que tenía no podía decir lo feliz que estaba pero todo valía la pena porque tenía frente a mí al equipo de mis amores dando la vuelta una vez más.
De repente vi en occidental tercer piso un grupo de hinchas de Nacional y me sentí feliz porque a pesar de tanto hincha rojo retumbaban los canticos verdolagas en el campin, pero no solo allá en oriental también se descubrieron los infiltrados y formaron un grupo para corear palo bonito palo eh, eh somos campeones otra vez.
Agradecida porque no me paso nada Salí con una enorme sonrisa del Nemesio rumbo a mi casa a ponerme mi camisa verdolaga y salir con mi bandera a festejar lejos de las aves de rapiña una copa más para mi Nacional.
@Adrika025
Una vez dentro del estadio todo estaba muy tranquilo hasta que se despertó el hambre de las aves de rapiña que comenzaron a buscar incansablemente en todas las tribunas del estadio a los “paisas” para agredirlos, humillarlos y sacarlos de las tribunas.
Tuve que ver con impotencia como a personas que estaban a mi lado las sacaron como perros, como terroristas o criminales, su único delito no tener atuendo rojo o tener acento paisa; Esto se repitió al menos 15 veces los hinchas rojos en medio de su discriminación, les gritaban "Paisas Provincianos, sicarios"
Ya quisiéramos muchos Rolos tener un poco de la cultura que tienen los paisa y querer nuestra capital al menos un 10% de lo que un paisa quiere y defiende su tierra, carecemos del sentido de pertenencia que a los paisas les sobra y sin embargo hay muchos rolos que se creen la gran vaina, la última coca-cola del desierto. IGNORANTES.
Mi temor crecía cada vez más porque entendí que no estaba en una tribuna esperando ver un partido de futbol sino que estaba en medio de una multitud de carroñeros que al acecho esperaban su presa. Ya eran casi las 7 y me decía a mí misma ya casi lo logro ya casi te veo mi verde, sigo invicta. Al igual que muchos otros hinchas de Nacional infiltrados tuve que saltar y tararear uno que otro canto de los rojos para no ser descubierta, por fortuna para mí son muy parecidos a los de Nacional; eso si nunca repetí el nombre del equipo en sus cantos, yo solo pensaba en mi verde, en verlo campeón.
El partido comenzó y con él los 95 minutos más duros para mí en un estadio. No se pueden imaginar lo difícil que fue aguantar las ganas de alentar a mi verde, de ver como todos madreaban al equipo de mis amores y yo lo único q podía hacer era morderme la lengua literalmente.
Que impotencia tan grande…. Me reconfortaba oír de unos cuantos hinchas que se preguntaban “Quien es ese 17 que hp pa jugar bien” como quería voltearme y decirles es Jefferson Duque y es ídolo del equipo de mis amores, pero no hizo falta hacerlo, el mismo Duque al minuto 38 se encargó de dejarles claro quién es.
Creo que en ese instante alcance a alzar los brazos para festejar el gol por un instante me olvide de las aves de rapiña y fue ahí donde mi amigo me codeo y me dijo al oído “Cuidado, no quiero q nos pase nada“. El partido avanzaba y cada vez veía más cerca la estrella 12 para mi verde. Llego el segundo gol y con él las lágrimas de felicidad porque éramos campeones y eso ya nadie nos lo podía quitar. Muchos creían que lloraba de amargura como ellos porque Santafé perdía, pero realmente era la única manera que tenía para expresar mi felicidad sin temor a ser agredida.
Una vez comenzaron a salir los hinchas de Santafé pude ir tomando fotos de mi verde campeón con mayor tranquilidad pero no del todo segura, quienes llamaron a felicitarme por el título podrán dar fe de la actitud que tenía no podía decir lo feliz que estaba pero todo valía la pena porque tenía frente a mí al equipo de mis amores dando la vuelta una vez más.
De repente vi en occidental tercer piso un grupo de hinchas de Nacional y me sentí feliz porque a pesar de tanto hincha rojo retumbaban los canticos verdolagas en el campin, pero no solo allá en oriental también se descubrieron los infiltrados y formaron un grupo para corear palo bonito palo eh, eh somos campeones otra vez.
Agradecida porque no me paso nada Salí con una enorme sonrisa del Nemesio rumbo a mi casa a ponerme mi camisa verdolaga y salir con mi bandera a festejar lejos de las aves de rapiña una copa más para mi Nacional.
@Adrika025