El equipo más laureado del país ha tenido que jugar varios partidos a puerta cerrada en el Atanasio, y soportar exilios, como el de 1990-91 por la Copa Libertadores cuando el Vasco de Gama denunció amenazas y el juego tuvo que repetirse en Chile. Luego fue "anfitrión" en Venezuela y Estados Unidos.
Entre los castigos más recientes por causa del mal comportamiento de los hinchas está el de 2008 tras el juego frente a Equidad (14 de diciembre) que el verde perdió por 1-4. Los desórdenes, dentro y fuera del estadio, generaron una sanción de dos fechas para la plaza en el siguiente torneo.
En agosto de 2009 se repitió la misma sanción para los verdolagas, por hechos sucedidos en Armenia en un duelo contra el Quindío. Luego de la apelación, la Dimayor reversó el fallo y aunque no tuvo que jugar a puerta cerrada, el club soportó el escándalo y hasta señaló "una persecución".
Temporada para olvidar
El año 2011 fue el más crítico para este club por causa de las salidas en falso de un sector de su fanaticada. Comenzó la temporada con una sanción de la Alcaldía de Medellín, luego de los disturbios en el juego contra Once Caldas, en diciembre de 2010. Fueron seis fechas sin que al estadio pudieran ingresar menores de 18 años.
Y la tapa, en ese mismo 2011, fue el botellazo que recibió el zaguero del Real Cartagena Rafael Pérez, cuando el partido que iba 1-1 fue suspendido. Nacional era "local" en Envigado por las adecuaciones del Atanasio para el Mundial sub-20. Las dos fechas, a puerta cerrada, las cumplió en Ditaires y en la sede deportiva de Guarne. "Tenemos que superar estos hechos, pasar a ser una sociedad más participativa y vivir en comunidad. Hay que cumplir con todos los protocolos para que los sancionados no sean los clubes", les pidió a los hinchas el presidente de Nacional, Juan Carlos de la Cuesta.
Fuente: El Colombiano