Ayer, mientras en Guarne los jugadores sudaban y ponían todo el empeño en los movimientos de ataque con Juan Carlos Osorio y Juan Pablo Ángel como orientadores, en las afueras del Atanasio Girardot cerca de 3.000 personas hacían fila para adquirir las boletas de este domingo.
Muchos soportaron el frío de la noche y la dureza del asfalto con tal de estar de primeros a la hora que se abrieran las taquillas. Y hasta llevaron juegos de parqués y cartas para hacer menos pesada la espera. Qué importaban las ojeras y el trasnocho si en el bolsillo estaban los anhelados boletos que se agotaron a la 1:30 p.m.
"Nos fue muy bien al distribuir dos entradas por persona, también hubo prioridad para gente con alguna discapacidad física y para los adultos mayores que cumplían con los requisitos de ley", contó Francy Elena Puerta, directora administrativa y financiera de Nacional, al señalar que también les cumplieron a los abonados y a quienes tenían colillas del juego ante Pasto (unas 20.000 personas).
La presencia de la Policía y personal de logística del club permitió el orden, que por momentos se alteraba cuando alguien intentaba pasarse de vivo. Como el muchacho moreno que tenía puesta la camiseta verde y blanca, y que fue retirado por los agentes.
Y es que en este tipo de situaciones los revendedores aprovechan. Boletas de sur que valen 30.000 pesos se ofrecían en forma ilegal a $100.000.
Seguramente hoy y mañana deambularán por el Atanasio hinchas en busca del milagrito de conseguir una boleta. Pero será inútil, pues lo poco que resta está en otros expendios oficiales.
Los que sí pueden recargar son los abonados, hoy hasta las 6:00 p.m. en las tiendas verdes. Un lujo de pocos en una ciudad en la que el fervor verdolaga llegará al tope el domingo.
Nota: El Colombiano
